Ganesha e India van indiscutiblemente de la mano.
Desde tiempos inmemorables, la mitología hindú ha arrojado sendos conocimientos e historias sobre el dios de la sabiduría. Una de ellas hace referencia al origen de Ganesha. Hijo del dios Shiva y la diosa Parvati, su nacimiento tuvo lugar mientras Shiva estaba en la guerra. Cuando este regresó, no fue capaz de reconocer al joven Ganesha, por lo que le cortó la cabeza sin saber que realmente era su hijo.
Ante el lamento y el desconsuelo de Parvati, Shiva le hizo la promesa de bajar a la tierra y reponer la cabeza de su hijo por la del primer ser que encontrase. Indudablemente, podemos adivinar cuál fue ese ser…
Como sucede con los dioses del hinduismo, el dios con la cabeza de elefante contiene múltiples significados:
En la figura de Ganesha, podemos ver diferentes elementos simbólicos que reflejan la la búsqueda y el equilibrio espiritual al cual nos quiere acercar. Estos atributos pueden ir cambiando, pero los más generales son los que vamos a describir a continuación.
La cultura hindú subraya que el gran tamaño de la cabeza de Ganesha guarda relación con su capacidad de entender las verdades de las escrituras del hinduismo.
El colmillo roto nos invita a conocer una de las múltiples leyendas que rondan alrededor del dios de la sabiduría. Un día, Ganesha cayó al suelo y la luna comenzó a reírse de él. Al ver esto, Ganesha partió uno de sus colmillos y se lo lanzó a la luna a modo de reprimenda. De esta manera, la luna fue condenada a su desaparición, lo que daría lugar a los ciclos lunares.
El deseo es representado por el ratón que hay a sus pies, obediente a las indicaciones de Ganesha. Ganesha controla al ratón como el ser humano debe controlar sus propios impulsos y deseos.
¿Por qué cuatro brazos? Porque representa el antahakarana, corazón y lugar donde los hindús creen que se encuentran la mente, intelecto, conciencia y ego del ser humano. Por otro lado, sus enormes orejas indican la gran capacidad de escucha de Ganesha, elemento fundamental para llegar hasta la adquisición de sabiduría.
Su prominente barriga nos revela que lo perfecto solo se consigue sabiendo “digerir” las cosas buenas y malas.
Vemos que en una de las manos lleva un hacha, hacha que corta nuestro afán y amor por el mundo material. En otra se ve que agarra una soga (en otras representaciones se le ve cogiendo un loto o una lazo), que representa la aproximación hacia la verdad absoluta. Otra de las manos sostiene una comida típica india llamada laddu, hecho a base de garbanzos, mantequilla frita, frutas secas y leche condensada. Con este dulce indio, Ganesha recompensa a los devotos por guardarle oración y devoción. Con la última mano, Ganesha nos ofrece su bendición.